Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son y han sido niños yunteros.
Medida de sílabas:
Me-due-le-es- te-ni-ño-ham-brien-to: 10 sílabas.
Co-mo-u-na-gran-dio-sa-es-pi-na: 10 sílabas.
Y-su-vi-vir-ce-ni-cien-to: 8 sílabas.
Re-suel-ve-mi-alma-de-en-ci-na: 9 sílabas.
Lo-ve-o-a-rar-los-ras-tro-jos: 9 sílabas.
Y-de-bo-rar-un-men-dru-go: 8 sílabas.
Y-su-fro-vien-do-el-bar-be-cho: 9 sílabas.
Tan-gran-de-ba-jo-su-plan-ta: 8 sílabas.
¿Quién-sal-va-rá-a-es-te-chi-qui-llo: 10 sílabas.
Me-nor-que-un-gra-no-de-a-ve-na?: 10 sílabas.
¿De-dón-de-sal-drá-el-mar-ti-llo: 9 sílabas.
Que-sal-ga-del-co-ra-zón: 8 sílabas.
De-los-hom-bres-jor-na-le-ros: 8 sílabas.
Que-an-tes-de-ser-hom-bres-son: 8 sílabas.
Y-han-si-do-ni-ños-yun-te-ros: 9 sílabas.
Número de versos: 20 versos.
Número de estrofas: 6 estrofas.
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